lunes, 22 de diciembre de 2008

Algo para leer en estos días

Recientemente terminé un libro que la verdad me dejó impresionado, considero que es lectura obligatoria para todos nosotros, el capítulo de la historia venezolana que se narra en él es de gran aprendizaje para nuestro momento como sociedad, la pluma de Francisco Suniaga es digna de leer y releer. Sin mas, les presento al Pasajero de Truman y uno de mis pasajes favoritos.

"En mis diez años de ausencia, Venezuela había cambiado mucho y los venezolanos lo habían hecho muy poco. El país disfrutaba de la mayor libertad que trajeron los gobiernos de López y Medina; comparada con la que había cuando Gómez, aquello era Suiza. A pesar de ese avance, en el fondo continuaban teniendo ante los presidentes, o ante quien se disponía a serlo, la actitud pedigueña que habían tenido con los caudillos del pasado. Es más, me atrevería a decir que, aún hoy, después de décadas de democracia, la mayoría no ve al Presidente y, peor aún, el Presidente no se ve a sí mismo como un ciudadano con la responsabilidad de administrar el Estado sino como el dueñi de una hacienda, el hombre que es dueño d ela tierra, de la bolsa y reparte los reales"

"En nuestro país, el poder es la única herramienta confiable para conseguir lealtades. Ni siquiera la idea de la patria llega a tener tanta eficacia. Mucho menos un ideario político, acá no existe todavía la noción de lo ideológico ni la lealtad ideologizada. Venezuela no tiene un sector industrial capitalista, por ende no pueden haber ideologías que broten de esa realidad. Las nociones izquierda y derecha son entre nosotros referencias impuestas por el patrón occidental europeo como un catecismo, nunca serán desarrollos autóctonos".

La vida de Diogenes Escalante es necesaria estudiarla, fue un hombre que sirvió a Cipriano Castro, a Gómez, a López Conteras y a Medina, pero sin embargo era el hombre encargado de la transición a la democracia que nunca se dio en Venezuela por vías normales y nos condujo a una nueva dictadura, la de Perez Jiminez.

Lean el libro, la verdad vale la pena.

JEM

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