jueves, 5 de marzo de 2009

Una buena cita

Hoy estoy (como muchos otros días) molesto con mis jefes, con su modo de manejar este negocio llamado "firma de abogados", en donde todos somos esclavos de la facturación de horas y luego de unos meses te entregan un "bono", en donde por alguna razón siempre nos joden, luego te sonrien, te dan las gracias y tu vuelves a tu puesto a seguir siendo un esclavo voluntario, pues por alguna razón vengo cada mañana a esta computadora por mis propios medios, aún nadie me amenaza con un látigo. Desde esta perspectiva la vida tiene tan poco sentido, pareciera que estuviesemos pagando una deuda mientras trabajamos, una deuda que no adquirimos al firmar el contrato de trabajo, en donde nos dejamos engañar por aquellos que sabemos que nos engañaran de por vida, nuestros jefes.

Es por esto, que quiero compartir un estracto de un magnifico artículo de Hernán Casciari titulado la decadencia del hombre corbata. En particular lo dedico a dos socios de mi escritorio, quienes disfrutan usar corbatas mientras roban a los otros, mientras nos roban intelecto, nos hablan con soberbia y nos pagan con miseria.

"Según los historiadores contemporáneos, hay dos clases de hombres que usan corbata: aquellos que se ven obligados, y aquellos que lo desean. Vamos a centrarnos en el segundo grupo. Hay dos clases de hombres que desean usar corbata: los que suponen que así se verán mejor, y los que sospechan que así se verán más serios. Quedémonos otra vez con el segundo grupo. Hay dos clases de hombres que desean usar corbata para parecer más serios: los empresarios y los políticos. Esta rama de la rama de la rama de los primeros Hombres Corbata, es la que ha dominado el mundo durante todo el siglo XX.

El resto de hombres con corbata son quienes antiguamente se denominaban ‘esclavos’ y ahora se llaman ‘funcionarios públicos’ o ‘empleados del Estado’.

Para despistar, el Hombre Corbata inventa (a finales del siglo XIX) los Juegos Olímpicos, una fiesta deportiva en donde la gente cree que las personas del resto del mundo se visten con atuendos típicos.

Allí se muestra a mexicanos con sombreros gigantes, a rusos con pantalones anchos, a españoles con camisas a lunares, y a africanos con taparrabos de mil colores. Todo es mentira. El mundo se viste de dos maneras: cuando los mal vestidos quieren estar cómodos se desajustan la corbata, y cuando tienen una fiesta se la ajustan. A excepción de la clase baja, que cuando está de fiesta se pone la corbata en la cabeza".

JEM

1 comentario:

GBA dijo...

Coye Jordy, como no sentirse identificado con las lines que escribiste, ajajaja esta muy bueno, que risa como expresas tu impotencia! creo que seguire en la tónica de rescatar las lineas que más me gustan del post.

"...En particular lo dedico a dos socios de mi escritorio, quienes disfrutan usar corbatas mientras roban a los otros, mientras nos roban intelecto, nos hablan con soberbia y nos pagan con miseria..." akjajaja grande.