lunes, 27 de julio de 2009

"Amigo Escolta"

"Me tomo el tiempo de escribir estas líneas, pues realmente vale la pena hacerlo, y no es por ti que lo vale, es por el país, país que con malandreo has vuelto “Tierra de nadie”, un flashback al viejo, salvaje y lejano oeste.

Amigo escolta, por ahora podrás amedrentar a las personas con tu pistola. Por ahora, podrás sentirte todo un macho por bajarte en medio de la autopista, pistola en mano, rodear un carro –manejado por una pareja de chamos-, a los que lamentablemente se les ocurrió transitar por esa vía en el mismo momento en que a ti y a tu patrón se les ocurrió pasar por ahí, tirándole el carro a todo el mundo, -como si tu tiempo y destino fuesen más importantes que el del resto de los conductores-. Por ahora podrás rodear a todos los carros que quieras y someter a los conductores que quieras, creer que eres la última Coca-Cola del desierto, por andar con un revólver y una placa, que te dio el chavista de tu jefe, autorizándote “supuestamente” a hacer lo que quisieras, cuando quisieras.

Créeme que el momento de tu arrepentimiento va a llegar, capaz no será hoy, capaz no será mañana, pero será, y cuando llegue, vas a lamentar haber sido tan burdo como lo fuiste, de ser un animal del sistema “revolucionario” del que formas parte. Ayer me tocó a mí ser malandreado, pero mañana la justicia se encargará de ti.

Fíjate, amigo escolta, que me amargaste la tarde por 10 minutos, pero sólo por 10 minutos, tiempo en el cual me pregunté ¿Cómo sigo siendo tolerante? ¿Cómo no caer en tu juego? ¿Cómo no vengarme? La respuesta a mis preguntas fue la misma, no vale la pena, ni él, ni la molestia que te causó; es difícil, nadie dijo que sería fácil, pero hay que luchar por la tolerancia, por el país, por arreglarlo y cambiarlo de raíz, amigo escolta estuviste ahí solo 5 minutos, pero ¿Hace cuanto se construyó este país? ¿Cuánto tiempo tenemos para darle a nuestro país? Y es mucho más que esos 10 minutos, es mucho más que estos 10 años.

¿Son los venezolanos así?, no, y es por eso que vale la pena seguir siendo tolerantes, seguir trabajando, formándonos, olvidarnos de la venganza y de la violencia; pues este país, con sus venezolanos y uno que otro escolta como tú, sigue valiendo mucho más que nada en el mundo, mucho más que tú y tus absurdas pistolas.

Ayer me tocó a mí, pero mañana te tocará a ti. Por ahora yo trabajaré por los venezolanos, ayudaré a quien lo necesite, sea tu esposa, tu madre, o tu hijo, porque al final del día tú, y tu violencia no valen nada. Ahí es donde está el cambio, en tu casa y en la mía, en nuestras comunidades, en nuestro pueblo, así de lógico y sencillo, el cambio comienza, ayudando al venezolano, sea o no familia tuya, con tolerancia y dedicación, con lucha y sudor.

Con tus trabas, con nuestro trabajo; con tu malandreo, con nuestra tolerancia; con tus pistolas, con nuestras ideas; con tu rojo, con nuestro multicolor; con tu poder, con nuestra intención; con tus insultos, con nuestros poemas; con tu violencia, con nuestra paz; con tus cachetadas, con nuestras mejillas; con tu “gas del bueno”, con nuestras lágrimas; con tus peinillas, con nuestras piernas; con tus perdigones, con nuestros corazones; con tu hambre, con nuestro alimento; con tus cierres, con nuestras puertas; con tu olvido, con nuestro recuerdo; con tu borrar, con nuestros lápices; con tu basura, con nuestras escobas; con tu brutalidad, con nuestra inteligencia; con tu despilfarro, con nuestros ahorros; con tus prisiones, con nuestra libertad; con tus listas, con nuestros nombres; con tu destruir, con nuestro construir; con tus Dólares, con nuestros Bolívares; con tu Fidel, con nuestro Bolívar; con todo eso y con mucho más, este país pa´lante es que saldrá.

Así que por la Venezuela que queremos, contigo y con nosotros. Hoy gracias a ti me di cuenta que es un buen día para reafirmar mis ganas de luchar, sin miedo y con ganas lo vamos a lograr.
Gerardo Bello Aurrecoechea."
Saludos,
GBA.

2 comentarios:

Jordy Enrique Moncada dijo...

Gerardo muy bueno el artículo. Solamente recuerda que dentro de ser tolerante también se debe incluir no "calificar" de modo despectivo al otro, por más arrechera que nos de, tenemos (yo también) que aprender a a no descalificar, pues estariamos violentando derechos que pretendemos defender.

Un abrazo

GBA dijo...

Ciertamente, buena recomendación, tratemos entonces de no descalificar y así poder defender.

Gracias